Un hotel en pleno centro turístico de la ciudad de Barcelona, al lado de su famosa plaza real y la Rambla. El concepto de un estilo arabe - marroqui para su interiorismo fue inspirado por la historia antigua del barrio gótico de Barcelona.

Las paredes de su interior pintadas de blanco o bien, un beige, brindan una mayor luminosidad a las estancias, y se combinan con la madera exótica elegida para los muebles, creando ambientes neutros y relajados.

Arcos, geometría típica de este estilo, se utilizan en los cabeceros de las camas, con retroiluminación led que ilumina suavemente su fondo, donde se  aplican azulejos tipo andalusí de múltiples dibujos creando un mosaico.

Azulejos con motivos de este mismo estilo se eligieron también para ambientar los baños de las habitaciones. 

La iluminación es cálida y baja, con lámparas de pie y  lámparas repujadas colgadas del techo que con su gran cantidad de formas y agujeros, un mosaico de luces y sombras se crea por la luz que pasa a través de estos, generando una atmósfera atractiva y acogedora.